En uno de los operativos que en cumplimiento de las Estrategias Nacionales de Seguridad Pública y de Prevención de Adicciones Juntos por la Paz, se hacen en Coahuila, integrantes de la Guardia Nacional (GN) aseguraron 48 kilos de posible metanfetamina, oculta en envases para manteca vegetal comestible.
Si bien el aseguramiento es una cosa, por decir sencilla, lo de la detección tiene sus complejidades, sobre todo porque para encontrar algo oculto hay que hurgar y además saber dónde.
Desde hace años se ha vuelto famosa la singular pareja de un oficial y un perro entrenado, que juntos detectan sustancias escondidas en lugares impensados. Una realidad a la que ha obligado el ingenio de los narcotraficantes, que han ocultado droga en imágenes religiosas, dentro de animales, en comida y frutas, dentro del propio cuerpo o en latas de conserva, como en el caso de San Pedro Coahuila.
Fue un binomio canino el que apoyando a los guardias nacionales que le marcaron el alto a un camión de pasajeros en el kilómetro 001+095 de la carretera Saltillo-Torreón, detectaron la droga sintética.
Si bien la razón de la detención del autobús, según los oficiales, fue para verificar el uso correcto del cinturón de seguridad en todos los pasajeros, como aprovecharon a revisar el compartimento del equipaje fue que el perro revisó las maletas.
Durante el rastreo en el portaequipaje, mostró un cambio de conducta frente a cuatro cajas de cartón, lo que indicaba la posible presencia de alguna sustancia ilícita; que los oficiales la pudieron revisar y hallaron la droga.
En las cajas se localizaron 48 envases de plástico con etiquetas de manteca vegetal comestible, con capacidad de un kilo cada uno, los cuales contenían una sustancia pastosa que, al ser sometida a una prueba química, arrojó resultado positivo a metanfetamina.
Del dueño, como ha pasado en tantos decomisos, no se supo nada.
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