Estados Unidos es «corresponsable» de la violencia en Sinaloa: AMLO

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señaló este jueves que Estados Unidos es «corresponsable» de la ola de violencia que afecta al estado de Sinaloa, reprochando que Washington no haya tomado en cuenta al Gobierno mexicano en el operativo que resultó en la captura de Ismael «El Mayo» Zambada. Según el mandatario, esta detención, realizada sin la participación de México, ha desatado una feroz lucha interna entre los remanentes del Cártel de Sinaloa, dejando un saldo de casi 50 asesinatos en la región desde el 9 de septiembre.


En su intervención, López Obrador lamentó que el gobierno de Estados Unidos no informara a México antes de llevar a cabo el operativo y solicitó una explicación clara sobre los acuerdos alcanzados con «Los Chapitos» – herederos del poder criminal de Joaquín «El Chapo» Guzmán – para facilitar la detención. «Debido a ese arreglo, que todavía no conocemos en qué consistió, nos produjo a nosotros en Sinaloa la confrontación que se está dando», afirmó el presidente, subrayando la necesidad de transparencia por parte de Washington.

Una captura sin consulta y una escalada de violencia

El arresto de «El Mayo» se realizó de manera sorpresiva el pasado 25 de julio en un pequeño aeropuerto rural de Nuevo México. Zambada fue capturado junto con Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo». Desde entonces, la tensión entre México y Estados Unidos ha aumentado, ya que las autoridades mexicanas no fueron consultadas ni participaron en la operación. El gobierno de López Obrador se enteró del operativo solo cuando fue informado por la Casa Blanca, una vez que la captura ya se había concretado.

Posteriormente, López Obrador reveló que agencias estadounidenses llevaban años en contacto con «Los Chapitos» para negociar una posible entrega. Sin embargo, Washington ha mantenido silencio respecto a un posible acuerdo con los herederos del Cartel de Sinaloa. La especulación se ha intensificado ante la falta de información sobre el paradero de Ovidio Guzmán López, alias «El Ratón», quien fue extraditado a Estados Unidos en septiembre de 2023 y podría estar colaborando con las autoridades estadounidenses en busca de una reducción de su pena.

La falta de cooperación y consulta en la captura de «El Mayo» ha sido calificada por López Obrador como «incorrecta» e «ilegal», provocando una serie de reacciones en México. Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta electa, lamentó la falta de coordinación entre ambos gobiernos y respaldó el llamado a una mayor transparencia sobre los acuerdos con «Los Chapitos»: «Nos interesa también que no llegue el fentanilo a Estados Unidos, pero Estados Unidos tiene que hacer lo propio», subrayó Sheinbaum Pardo.

Un caos creciente en Sinaloa

La captura de Zambada ha intensificado el conflicto interno en el Cartel de Sinaloa, desatando una violenta lucha entre las facciones de «El Mayo» y «Los Chapitos». La Fiscalía General de la República (FGR) ha iniciado una investigación sobre los eventos que llevaron a la captura y ha presentado cargos contra Guzmán López, acusándolo de ser el principal orquestador del secuestro de «El Mayo». No obstante, la FGR también ha manifestado dudas sobre el paradero de Ovidio Guzmán, sugiriendo que podría estar involucrado en un complot para traicionar a su antiguo aliado.

La violencia en Culiacán y otras partes de Sinaloa ha escalado rápidamente. Tan solo este miércoles, se reportaron nueve asesinatos violentos, incluyendo cuatro cuerpos encontrados en la carretera México 15, dos de ellos decapitados. Además, ataques a convoyes militares, homicidios en diversas colonias de la capital y narcobloqueos han sumido a la ciudad en el caos. El pasado domingo, durante las celebraciones del Día de la Independencia, Sinaloa registró 14 homicidios, la jornada más letal desde el inicio de las hostilidades.

Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, ha intentado impulsar el regreso a clases y la reactivación económica, aunque el miedo sigue dominando a la población, que teme exponerse a los enfrentamientos. «Queremos conquistar la tranquilidad», expresó Rocha Moya. Por su parte, el gobierno federal ha desplegado más de 2,200 elementos de las Fuerzas Armadas, con López Obrador minimizando la magnitud de la violencia: «Sinaloa no está como se piensa, que está fuera de control», afirmó.

Críticas a la estrategia de seguridad

La creciente inseguridad ha generado críticas a la estrategia de seguridad de López Obrador, basada en evitar la confrontación directa con los grupos criminales y buscar su contención. Sin embargo, las declaraciones del comandante Jesús Leana de la tercera región militar, afirmando que «[el fin de la violencia] no depende de nosotros, depende de los grupos antagónicos», han puesto en entredicho la capacidad del Estado mexicano para controlar la situación.

López Obrador también cuestionó la estrategia de Estados Unidos contra el narcotráfico, que se enfoca en la captura de grandes capos. «¿En qué ayuda a detener el problema de la drogadicción en Estados Unidos, con objetividad y realismo?», preguntó el presidente, criticando la toma de decisiones unilaterales que afectan la seguridad en México.

Aunque el presidente descartó tensiones adicionales con Washington tras la aprobación de la reforma judicial en México, que impone la elección de jueces por voto popular, rechazó reunirse con el embajador estadounidense, Ken Salazar. Con menos de dos semanas antes de que Sheinbaum Pardo asuma la presidencia, la fractura interna en el Cartel de Sinaloa sigue siendo uno de los principales desafíos de seguridad en el país.

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